Que paradójica es la vida
Fu en octubre, y no en mayo
Donde el poeta Fabio Fiallo
Fue testigo de cada beso
Con el que me convertía en tu dueño
El intenso sentimiento desbordado
Mis manos recorriendo las laderas
De tu cuerpo emocionado
Y los besos más intensos que mi boca haya dado
Pobre Fabio
Se veía con ansias de ser el
Quien te tuviera en sus brazos
Y rozar como yo tus labios
Para así escuchar tus cantos de placer
Al tu cuerpo comenzar a conocer
Pobre Fabio
Se despidió cortes
Pero se que espera no vernos otra vez.
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